DÍA 2: Respondiendo a la Gracia de Dios
Versículo Clave
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
Efesios 2:8
Lectura
Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo—el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.
Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.
Efesios 2:1-10
Reflexiona
En este tiempo de Navidad, recordamos que Jesús vino al mundo para cumplir el plan de salvación que Efesios 2:8 resume de manera perfecta en la Frase: "Por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe". La salvación es un regalo inmerecido. La gracia es el medio y la fe es la respuesta que Dios produce en nosotros. No depende de nuestras obras, sino de su amor infinito. Dios nos llama a dejar de confiar en nuestros propios esfuerzos para ganar el favor de Dios. Acepta su gracia con humildad y gratitud.
Oración
Señor, gracias por tu inmensa gracia que me has dado a través de Jesús. En esta Navidad, ayúdame a recordar que la salvación es tu regalo inmerecido. Permíteme vivir en gratitud y reflejar tu amor a los demás mediante una vida transformada que glorifique tu nombre. Amén.