Hebreos 1:5-9
Pues Dios nunca le dijo a ningún ángel lo que le dijo a Jesús:
«Tú eres mi Hijo.
Hoy he llegado a ser tu Padre».
Dios también dijo:
«Yo seré su Padre,
y él será mi Hijo».
Además, cuando trajo a su Hijo supremo al mundo, Dios dijo:
«Que lo adoren todos los ángeles de Dios».
Pero con respecto a los ángeles, Dios dice:
«Él envía a sus ángeles como los vientos
y a sus sirvientes como llamas de fuego».
Pero al Hijo le dice:
«Tu trono, oh Dios, permanece por siempre y para siempre.
Tú gobiernas con un cetro de justicia.
Amas la justicia y odias la maldad.
Por eso, oh Dios, tu Dios te ha ungido
derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro».