Una Justicia Incandescente
El libro de Malaquías termina describiendo el gran y terrible día del juicio de Dios. Mientras los malvados son humillados, los que confían en Cristo experimentarán una libertad inimaginable. Podemos descansar en la confiada esperanza de que, en ese día, Dios lo arreglará todo.
Study Questions
Aplicación
Aunque la idea del juicio de Dios puede incomodarnos, todos anhelamos que haya justicia en el mundo. ¿De qué manera el juicio de Dios es una fuente de esperanza para los creyentes?
Obedecer a Dios incluso cuando no entendemos demuestra nuestra confianza en él. ¿Se te ocurre alguna ocasión en la que hayas tenido que dar un paso de obediencia que supusiera un reto? ¿Qué impacto tuvo en tu fe?
La confesión no es lo mismo que el arrepentimiento. Piensa en patrones de pecado con los que has luchado en el pasado. ¿Puedes ver un patrón de arrepentimiento evidenciado a través del cambio en el tiempo?
Puntos Claves
Cuando Dios venga a juzgar al mundo, será un día de grandes cambios: los gobernantes malvados serán humillados, y los oprimidos serán libres y gozosos.
Debemos evitar evaluar la capacidad de Dios para juzgar. Tal evaluación expone nuestro derecho.
No importa lo que nos digan las voces políticas o culturales del mundo, nunca obtendremos una forma de justicia hecha por el hombre que logre lo que nuestras almas desean.
Dios llama a los israelitas a la obediencia. No se trata de una transacción, sino que está arraigada en su amor y en su lealtad a Él.
Al final de los tiempos, los que confían en Jesús no serán juzgados por sus propias obras, sino por su vida perfecta. Esta es la esperanza del Evangelio.